En las calles de Chile, la revolución

- Registro fotográfico documental realizado Pablo Retamales -

Soy Pablo Retamales, nací en Santiago de Chile, un país marcado por la violencia del estado y la represión frente a su gente, cuna del neoliberalismo en Latinoamérica. A causa de la falta de educación pública y gratuita de mi país es que decidí migrar a Argentina para estudiar Cine y tv en la UNC.

Trabajando en un call center en octubre de 2019 viví el inicio de una de las revueltas sociales más significativas que ha tenido Chile en las últimas décadas, motorizada por lxs secundarixs, que con una evasión masiva en el metro, lograron despertar a un país completo.

La población se unió en las calles para enfrentar el abuso de parte del estado y exigir mejoras en la educación, la salud y el sistema de pensiones, entre otras. Este periodo llamó a la revolución y solidaridad, ya sea en las calles como también en los barrios, incentivando la autogestión y organización.

Un período fuertemente marcado por la represión de las fuerzas armadas que lleva hasta la fecha 42 muertos y más de 400 personas con daños oculares.

Desde mi posición relacionada al arte y la imagen, estuve en las calles sacando fotografías, entendiendo el fuerte impacto político que tiene el registro fotográfico de este proceso, así como también de denuncia frente a la represión, y la importancia del ejercicio de la memoria en este tipo de conflictos.

Mi intención fue representar la resistencia del pueblo en sus distintas expresiones, tanto de la primera línea como también, las otras diversas formas de organización, las cuales no bajarán los brazos hasta ver cambios reales.

Este 25 de octubre de 2020 se aprobó, con una gran diferencia de votos, un plebiscito para cambiar la constitución creada en el periodo de Pinochet, con un método constitucional representado por ciudadanxs electos por votación popular. Será la primera constitución redactada por un órgano con paridad de género y posiblemente con la inclusión de los pueblos originarios.

Esto recién comienza, y a pesar de la desconfianza que a muchxs nos genera este proceso de escribir una nueva constitución, estamos convencidxs de que el pueblo está más despierto que nunca para seguir luchando, organizándose para cambiar el futuro de este país.

Hasta que la dignidad se haga costumbre: en Chile, Latinoamérica y el mundo entero.