Desde que tengo memoria, siempre escucho en boca de otros decir que antes las cosas no eran así y que ya van a llegar tiempos mejores.
Armario
Tengo un armario lleno de cosas dentro de mi cabeza.
Ahí guardo una variedad de recuerdos y emociones de todos los tamaños, colores y olores.
Dulces, y amargos;
tristes y felices.
Algunas cosas debería tirarlas, sacármelas de encima.
Otras son lo único que realmente me importan.
Vos, por ejemplo.
Mis amigos también.
Lo lleno de cosas, pero siempre fui muy desordenado.
Algunas cosas están en perfecto equilibro, unas sobre otras.
Algunas otras están fuera de mi alcance, casi intocables, obstruidas por otras cosas.
Un día de estos voy a querer sacar algo para encontrar otro algo.
Probablemente te saque un rato, ocupas la mitad del armario, para ordenar todo y volverte a guardar,
más cómoda, sin nada encima, más segura, para que no te pase nada, ni te rompas.
Para que estés bien y mi desorden no te joda.
Y probablemente cuando te saque toda la mierda se me va a venir encima,
aplastándome, indomesticado, y quede yo, ahí, tirado
y con todas las cosas que tenia en “perfecto”-desorden arriba mio,
agonizando, despidiéndome de todo, muerto por mis cosas,
asesinado por mis pensamientos, frustraciones, cuelgues,
“te amos” nunca dichos, abrazos nunca dados,
llamadas a mi abuela que debía
Pero vos vas a estar bien, espero, quisiera creer.
Por ahí mi mierda nos aplaste a los dos
o,
por ahí, no se caiga nada.
Vecinos
Porque vecinos? Preguntó.
Si nuestras calles nunca conocieron
el placer que nuestras miradas si.
El placer de converger, de cruzarse.
Más nuestros corazones siempre estarán
el mio cerca del tuyo.
La gris, ciudad
Gente que sube y que baja,
unos llegando y otras recién arrancando.
Miro por la ventanilla,
el gris cielo, el aún más gris suelo.
La ciudad.
Es la matiz de días como estos,
lo que incrementa el contraste.
La ciudad.
¿Cual rutina ofusca tanta belleza?
La ciudad vive, respira.
Y si la vida es bella,
como no ha de serlo la lluvia,
su gente, lo gris, la gente,
respirar, como la gente,
la ciudad.
Tomando Whiskey (sin Lamothe)
El licor ámbar que antes ardía mis labios,
ahora adormece dulcemente mis ojos,
y protege mi garganta del frío, y de las boludeces que
podría encarcelar en el callado silencio de los que nos abstenemos a
solo pensar mientras escabiamos.
El último adiós
Exhausto de no poder llorar,
exhale el último adiós,
pero,
¿Hasta cuando?
Los “te extraño” vuelven a mi como bostezos de un cuerpo cansado del desamor,
como de su quietud está cansada la “vuelta al mundo” del Parque Sarmiento.
Todavía sigo sentado sobre la tierra que se atravesó en el camino de nuestras lagrimas,
que esta vez no fueron muchas,
pero suficientes.
Es un hermoso día de primavera y la gente parece estar contenta.
No los envidio, yo también finjo.
Por ejemplo, pretendo disimular un poco el asco,
la compasión,
la calidez,
los buenos días.
Háganse re culiar.
Crónica de Luzbe 1
Corre,
se escapa hacia el ascensor,
con la vaga ilusión
de que, por ahí,
quizás,
quien dice que no,
acompañe a los pibes a pegar.
Alguien descubre sus intenciones y lo advierte
– Volvete adentro che! -
pero no hace caso y permanece en su afán de polizonte,
con la mirada erguida,
desafiante.
Le silbo, lo llamo,
el viene, entusiasmado,
embaladisimo.
Corriendo atraviesa la puerta que deja cerrarse cuando termina de entrar.
Su cara mira la cocina, confundido por la esperazosa promesa (jamás pactada) de que lo invitaban a comer,
vuelve hacia mi en un sutil movimiento de cuello y nos miramos,
cara a cara,
ojos a ojos,
con la misma incertidumbre del Ser.
Del ser humano,
del ser perro,
del ser engañado.
Algún día sera esta vida hermosa, son una recopilación de poemas escritos en el lapso de 2016-2017 por Una Rana.
Podes encontrar más de este artista en su Instagram @solo.ra.ma
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